Mariné vive en silencio y a oscuras en la casa heredada de su abuela, donde una misteriosa habitación permanece siempre cerrada. Junto a la inesperada visita de Lu, intentarán descubrir si el fantasma de la abuela quedó atrapado allí
Eli debe mudarse junto a su madre al pueblo de su abuela, militante desaparecida durante la última dictadura cívico-militar argentina. Allí se encontrará con una casa en la que el agua no deja de filtrarse y la historia sigue presente